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Sensación De Vida

(82/66) El valor de una mirada.

Estabas como siempre sentada en tu silla a la puerta de la casa. Permanecías allí sentada dejando vagar tus ojos por ese paisaje tan familiar. Muchos años, tantos, que habías conseguido hacerte un sitio dentro de la escena costumbrista del barrio. Los habituales se habían acostumbrado a tenerte, a sentirte, a verte siempre a las mismas horas, durante el mismo tiempo, día tras día.

Habían pasado 30 años desde aquella primera vez que, cogiendo aquella silla de mimbre y madera, te sentaste a la puerta de tu casa. Nada había borrado aquel esbozo de sonrisa de tu rostro, ni tan siquiera el dolor que te causaba la razón, aquella secreta razón que te impulsaba a sentarte todos los días en aquella silla. Nadie conoció el íntimo y doloroso motivo de aquel acto que la costumbre convirtió en cotidiano para los demás pero que para ti se renovaba cada día.

El tiempo y la vida habían encanecido tu cabello pero no supieron robar ni un año a tu juvenil mirada enmarcada en ese rostro envejecido de cansancio; ni siquiera la tristeza que se adueñó de tu corazón aquel cuatro de marzo de ya hace tantos años, consumió la mínima intensidad de esos ojos negros, brillantes y serenos.

Quizás por esa mirada, uno de mis primeros e imborrables recuerdos infantiles es el de verme correr hacia ti, abrazarme a tus rodillas y apoyar mi cabeza en tu regazo para que, con la ternura que sólo tú sabías transmitir, acariciaras mi cabello. En aquella conversación sin palabras solo existían nuestras sonrisas, mi abrazo fuerte a tus piernas y tu caricia. Yo cerraba los ojos y el calor de tus manos enredando en mi pelo me llenaba de sosiego, de seguridad y de amor.

Con el correr de los años he tendido que refrenar ese impulso que me obligaba a correr hacia ti y abrazarme a tus rodillas, en tantas ocasiones como veces he ido a visitarte. Pero mi crecimiento y tu fragilidad lo hacían imposible pero siempre han permanecido nuestras sonrisas y, sobre todo, la ternura de tus manos y esa mirada limpia y chispeante.

Otro cuatro de marzo nos dejaste en silencio, sin ruido, llevándote el secreto de tu tristeza, aquel dolor que esculpió aquella mirada en tu rostro. Aquella silla de mimbre y madera sigue presidiendo mis recuerdos más amables, recuerdos que siempre me llenan de sosiego, seguridad y amor.

Y ahora, el azar y la genética, me han devuelto tu mirada, ahora veo tus ojos negros, brillantes y serenos enmarcados en el rostro de mi hija. Ahora son mis manos las que, aprendiendo de las tuyas, le transmiten con ternura, la calma, la seguridad y el amor que en mi corazón provoca su existencia. Ahora entiendo en plenitud lo que tu presencia en mi vida me ha aportado y lo importante que has sido en ella. El recuerdo de tu silla de mimbre y madera permanecerá en mí para siempre, pero tu mirada la veré día a día en los ojos de tu biznieta.

 

22 comentarios

Conchi -

JUANJO: Cierto, muchos de nuestros recuerdos desaparecerían, o no tendrían el valor que tienen.
Un beso, meu rei.

Conchi -

STREGA: Si, conozco la canción, aunque nunca la habría asociado, jejeje. Recordarla con emoción habla mucho de tu enorme corazón.
Un beso, guapetona.

Juanjo -

A menudo los hijos se nos parecen ... dice la canción, pero los niños y los abuelos tienen miradas tan especiales ...
Los primeros, llenos de ilusión, de vida, y los últimos de ternura y nostalgia.
¿Qué sería de nosotros sin las miradas?
Besos, guapísima

Strega -

Q preciosas palabras, la verdad q al leerlas mi mirada se a vuelto cristalina intentando retener las lagrimas q la inundaban recordando a una persona de pelo canoso q se fue hace poco de mi vida. pero q preciosidad de palabras, q solo al leerlas me recordban una cancion solo una y la imagen q me evoca esa cancion, Ana y miguel? la oiste es de mecano no se pq me recordaban tus palabras a lo q siento al escucharla, el significado q sesprende, mil besos

Conchi -

DARILEA: Gracias por tus palabras y por ese beso.
Otro para ti desde mi corazón, preciosa.

Darilea -

Que bonito y que tiernos recuerdos.
Precioso Conchi como lo has relatado.
Un besito francamente sincero.

Conchi -

ANTHEREA: Pués muchos besitos y un fuerte abrazo, mi niña.

antherea -

Me has tocado la fibra mássensible que tengo últimamente. Hace poco muy poco murió la quefue para mí mi abuela de alma querida, estoytriste, la echo de menos.
Besos

Conchi -

GEMUINA: Si, es lo suyo.
Un beso, preciosa.

Gemuina -

Recuerdos, abrazos, miradas,sentimientos, buscar en el interior y buscar lo bueno de ellos eso es lo suyo!
Un besazo

Conchi -

PUCK: Cierto, tesoros guardados con todo el esmero, casi con avaricia, que siempre nos provocan una sonrisa.
Un beso, guapetona.

Conchi -

ABRIL: Pues es buen momento para traer alguno de esos recuerdos.
Gracias por el regalo de tu amistad, me sientas muy bien.
Un beso, mi niña.

Conchi -

ROSANA: La genética no deja de sorprendernos. Vemos miradas pasadas en ojos recién nacidos, gestos olvidados en seres recién llegados a nuestras vidas...
Un beso, preciosa.
Gracias por el cálido regalo de tu cariño.

Conchi -

GLORIA: Pues gracias por ese regalo, buscaré siempre esa silla y a ti sentada en ella.
Un beso, mi niña.

Conchi -

ARENA: Gracias por ese abrazo achuchao. Aunque es una historia podría dedicarle esta entrada perfectamente a mi abuela, ella lo valía.
Un beso y otro achuchón muy fuerte, preciosa.

Conchi -

MNEZ: y nos marcan, por lo menos a mí.
Un beso, guapísimo.

puck -

Hay sensaciones que llegan tan dentro, que ahí permanecen para siempre, y se pueden rememorar una y otra vez, aunque den esa nostalgia de un pasado que no volverá, pero siempre están ahí, guardadas, como un gran tesoro en nuestra alma. Besos.

ABRIL -

Esta NOCHE recordaré a mis abuelos ,siempre nos reuniamos en su casa para recibir los REYES MAGOS...Preciosa entrada CONCHI
Me sientas bien
un beso
ABRIL

Rosana Claudia Marchini -

Hola Conchi!
Gracias por tu comentario.Estoy totalmente de acuerdo contigo...
Esta entrada me trajo muchos recuerdos de mis abuelas y abuelos...Qué hermoso relato! Yo veo en mi hijo muchas cosas,no sólo de mi padre y hermano,sino de mis abuelos...esos casos atávicos que te dejan pasmados!
Feliz 2007 y un abrazo fuerte!
Te quiero mucho!
Rosana.

virginia -

Me has traido viejos recuerdos de mi infancia . desde siempre han existido esas mujeres de nuestra España , que se vestian con sus galas para sentarse a la puerta de casa ...Desde ese lugar se pelaba la pava o se guardaban ausencias ; todo era bueno, se pelaba la pava y a la vecina , en cada silla habia una gacetilla del pueblo. Hoy , al recordarlas contigo (no tan tierna como tú) me has traido a mi presente la envia que me causaban. Yo queria una silla y mi abuela no sabia explicarme que en Madrid , en una casa de varios pisos , eso no se estilaba . Joooo esta noche ¡¡ noche de ser buena ¡ , me dejas con antiguas envidias ¡¡¡
Mis besitos y vaya , te dejo la silla como mi regalo de reyes (ojo que es buen regalo). Acuestate tempranito¡
Gloria

Arena -

Hola Conchi,paso a dejarte un abrazo achuchao,y me encuentro con esta preciosa entrada dedicada a tu abuela,seguro que sede donte esté te sigue acariciando el pelo como cuando corrias a refujiarte en su regazo.Ellos no se van nunca de nuestro lado ... y fijate tienes la suerte de ver su mirada.Un besazo..ISA

mnez -

Huecos que en el alma dejan las almas que nos quieren. Huecos que llena el recuerdo y que embozan almas nuevas.
Un beso guapetona