(133/66) Que extraño me resulta...
…Caminar sin avanzar, llorar sin lágrimas, gritar sin voz, comulgar sin fe, confesar sin pecado, deambular sin destino, despilfarrar el tiempo, vivir por vivir, sufrir sin motivo, luchar en batallas perdidas de antemano, perder la sangre en heridas inútiles...
...Esperar un cielo azul cuando amenaza la tormenta, construir frases para no decir nada, sentir un vacío tan grande en el alma que me haga dudar de su existencia e incluso de la mía, pedir sabiendo que es no, preguntar conociendo la respuesta...
...Jugar y no perder, aplaudir sin espectáculo, amar sin conocer, explorar sin tocar, hablar y que me escuchen, desear sin medida ni plazo, ahogarme mientras respiro, añorar el futuro, el contacto sin tacto, el tacto sin contacto, el amor sin comprensión, el escuchar sin ver, la risa sin mirada, la voz sin rostro, explicar y que me entiendan.
Hay tantas cosas que se me hacen extrañas y que me convencen de que la extraña soy yo. Pero aún así, sigo necesitando contaminarme, llenarme de sentimientos encontrados, impregnarme de esencias ajenas, de situaciones vividas por otros... Sigue sin importarme "mancharme" del dolor de los demás, de escucharme a través de otras voces, de otros sonidos, de otros ecos. Y hay voces que me son imprescindibles, ecos que me hablan de mi fragilidad, de mi impotencia, de mi pequeñez... también de mi estupidez. Y esas palabras reflejadas me convierten en lo que soy , pues a través de ellas voy aprendiendo y aprendiéndome, conociendo y conociéndome aunque no siempre me guste la lección, aunque no siempre sea gratificante, aunque me demuestre que mi imbecilidad es más grande de lo que pienso. Soy extraña pero.... ¿y qué?.