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Cierro los ojos y escucho mis recuerdos, los oigo acercarse lentamente, disfrutándolos, permitiendo que me inunden, que invadan cada milímetro de mi mente. Los recorro con paso corto, parándome en los detalles, reinventando instantes, recreando momentos. Siempre me llevan al mismo sitio. En el fondo de mis párpados permanece la misma imagen: tú.
Con los ojos cerrados abro mis brazos y empiezo a cerrarlos despacio, muy despacio y, en un imaginado abrazo, los cierro alrededor de tu cuerpo apretándolo contra el mío. Mis manos se llenan de tu recuerdo sintiendo como real tu suave y cálida piel.
Hablar, percibir, adivinar, conocer… sentir, sobre todo sentir tu cercanía ha sido realmente mágico, especialmente grato, exquisitamente único. Me conociste en un momento de demencial soledad, de absorbente tristeza, de alienante conocimiento de mi misma. Un momento de intransigencia personal, de exigencia máxima, de miopía, casi ceguera, en cuanto a sentimientos y sensaciones, de absoluto vacío interior, de inquietud interna, de delirante desencanto. Apareciste en el instante en el que había decidido dejar de buscar porque la búsqueda, además de infructuosa, se había convertido en la dolorosa certidumbre de que nada merecía la pena. Te conocí en ese instante en el que la frontera se sitúa entre la resignación o la demoledora desidia y en el que la conclusión es que ya nada tiene demasiado sentido.
Empieza un nuevo año. En estos días mi espíritu navideño anda un poco desaparecido, quizás las ausencias pesan cada día más… tu lejanía no ayuda nada a mejorar ese espíritu. No suelo pedirle nada al año nuevo, porque creo que las cosas hay que tomarlas como vienen y tratar de arreglarlas así como llegan pero este año, durante las campanadas, dejé volar mi recuerdo y mi esperanza hacia ti porque quiero que este año sea nuestro año o, por lo menos, sea el pilar donde se asiente un futuro que, espero, quieras compartir conmigo.
Últimamente no he tenido muchas ganas de andar en este mundo virtual, mi pensamiento está muy lejos, al otro lado de un mar al que amo con devoción aunque, de un tiempo a esta parte, miro un tanto recelosa pues me mantiene alejada de alguien a quien amo. Pero no por ello penséis que os olvido, en mi corazón todos tenéis una parcela reservada y con vuestro nombre. Y no puedo por menos que desearos un año repleto de todo aquello que consiga que seáis las personas más felices del mundo. Es una petición un poco egoísta porque, si lo conseguís, mi felicidad será más redonda.
FELIZ AÑO NUEVO
11 comentarios
Gloria -
Te quiero mi hada "rosita" ... jajajajjajaja ( lo cortes , no quita lo valiente )
raquel -
Un beso fuerte.
Zingara -
Un biquiño agarimoso a miña amiga... quéroche moito
lorena -
gema -
Andres -
Pero cada vez que vengo aquí escribes algo que conecta directamente conmigo...
Alejado del mundo y sin esperanzas hechando de menos aquello que no tengo ni puedo tener ni tan siquiera al otro lado de un oceano...
Pero como bien dices, tampoco le pido nada al año nuevo, porque lo que tenga que venir vendrá de todos modos.
Es tarde para felicitaciones, asi que espero que hayas tenido almenos una navidad tranquila y un comienzo de año que tenga más esperanzas que el mio...
besos eternos.
Mundoyas. Andres.
Tarek -
Un beso enorme y Feliz 2008!!
Juan 42 -
Y sí. Yo también quiero ser feliz para hacerte feliz a ti. Y sí yo también quiero que cumplas tu deseo para que mi deseo se cumpla en ti.
Un abrazo para siempre.
¡ Salud !
Juanjo -
Besos.
susanna -
Besos
.Mukka. -
Un besin =)